Crónica.
06/08/2017.Era
una tarde de un domingo muy lluvioso, cuando tras un paragua vi la mirada y la
sonrisa más bonita del mundo. En ese instante me olvidé de todo y de todos, de
todos los problemas y todo pensamiento que se me podía pasar por la cabeza. Cuando
decidí hablarle, me di cuenta que la chica se había marchado. En ese momento me
desesperé porque quería conocerla, durante todo ese tiempo no pude dejar de
pensar en ella, mi ansiedad por conocerla eran muy grande.
La
mañana del día siguiente me tocaba hacer las compras de la casa, eran las 10:30
am, ya yo me encontraba en el supermercado, mientras me dirigía hacia la
sección de lácteos, sin fijarme tropecé a una chica; dio la casualidad que era
la misma chica de la mirada y la sonrisa más bella. Me disculpe y no dudé en
presentarme. Le di mi nombre, pues ella hizo lo mismo. Desde ese entonces
decidí buscarla en las redes sociales (Facebook)
en las cuales aceptó mi solicitud, Con los él pasar de los días nos fuimos conociendo y hoy es la dueña de mi
corazón.
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